De la serie “Los Arrebatados” escrito por el doctor Rafael Ernesto Cordoví González, subdirector a cargo de la actividad materno-infantil en el Hospital General “Dr. Enrique Cabrera Cossío”. Compartimos el capítulo II de estas crónicas que muestran el actuar cotidiano al que se enfrentan los técnicos y profesionales de la salud en La Habana.
Le invitamos a leer la crónica tomada textualmente de Facebook.
Capítulo 2: “Compay sin ella no soy nadie”
Jamás podré olvidar a Yadira Sánchez o la guajira como yo le digo, llegó a la Habana procedente de Santiago de Cuba (de chicarrones) en un avión con reporte de muy grave con apenas 29.5 semanas de embarazo y 30 años de edad, tenía un hematocrito en 025% y llegó sin diagnóstico ya que como anemia hemolítica en estudio, y por la poli transfusión se hizo imposible descartar un diagnóstico.
Al otro día de llegar recuerdo que mandé a buscar a su esposo para conversar con él en la oficina, un hombre humilde, sincero y que me causó muy buena impresión, me dijo que estaba muy preocupado por su esposa, que en Santiago le habían dicho que estaría en las mejores manos de Cuba y confiaba ciegamente en nosotros aunque me dijo que me veía joven, ambos nos reímos en ese momento, aunque confieso que por dentro sentí mucha presión, trate de disimular… y al finalizar me dijo: “COMPAY SIN ELLA NO SOY NADIE”…..
A la semana de estar en nuestra terapia su mejoría clínica nos llevó a sacarla para la sala de cuidados perinatales y en ese momento no se avizoraba lo que venía… Estando ya en su nueva sala y pasados dos semanas comenzó a hacer crisis de desmayos y dolores fuertes que nos llevaban a ponerle sueros para reanimarla, uno de esos sueros más los pinchazos en un antebrazo llevó a que hiciera un síndrome compartimental y a partir de ahí comenzó la fatídica Historia….
Tuvimos que trasladarla nuevamente a la Terapia, la salud se había deteriorado, para ese entonces el hematocrito estaba en 012% y todo indicaba que estaba hemolizando, poner sangre era una decisión compleja ya que no había una conclusión de la anemia y era inseguro transfundirla aunque la necesitaba, decidimos llevarla al salón para realizar la fasciotomía del síndrome compartimental, sospechábamos que la infección estaba jugando un papel importante en el deterioro de su estado de salud que la ponía en un reporte de extremadamente crítica con peligro inminente para la vida, en ese momento salió perfecta del quirófano, apenas sangró, pero seguía con muy mal estado general y el fantasma de si interrumpíamos el embarazo para salvarle la vida o continuábamos en conducta expectante nos daba vueltas.
Recuerdo cómo si fuera ahora mismo que sentados en la mesa de discusión el Dr. Roig dijo que la decisión era transfundirla, todos nos miramos y él dijo: vamos a tomar todas las medidas, pero es eso o dejarla morir, vamos a lavar los glóbulos… Mario nuestro jefe de banco de sangre nos alertó que estaba rota por la placa la centrífuga para lavar glóbulos (Cuba había pedido desde hace 6 meses atrás a la compañía que la repusiera pero la compañía se negó, ahora operaba bajo bandera norteamericana) y que en la Habana solo había en dos lugares, en el Instituto de Hematología y en el Hospital Ameijeiras ambos lugares bastante lejos, Mario me dijo que en el hospital militar podía haber, pero no conocía a nadie allí, llame a mi hermano y sin titubear me dio el número del Coronel director del Hospital, un solo timbre vasto para que me cogiera la llamada, cuando le dije quién era no me dejó ni hablar, sus palabras fueron: En que puede servir las FAR a las maternas graves de Cuba!!! Increíble!!! Se ofrecieron para hacerlo y para lo que necesitáramos posteriormente… finalmente no hizo falta pero se lo agradeceremos infinitamente, el Instituto se hizo cargo de todo aunque mi amigo Coronel estuvo al tanto de todo…
2 horas duró el proceso de lavado, ya con la sangre en mano y todos alrededor de ella empezamos a transfundir, Sheila que bella Sheila la técnica de banco!!! No se separó nunca de su lado, profesional admirable, hizo su papel como debe ser, en la segunda bolsa empezó a sentirse mal, tuvimos que parar la transfusión, la cara de terror nos inundó, se acabó el juego, perdimos en el 9 pensamos… todos sabíamos que una alergia era ya el fin de su vida y la de su bebé… Comenzó a sentir mareos y ganas de vomitar pero cuando se paró la transfusión al rato se sintió mejor, nuevamente en la mesa de discusión (esa que ya le tengo cariño) el Dr. Roig dijo: eso no es una reacción transfusional vamos a proseguir la transfusión!!! Muchos no estuvieron de acuerdo, recuerdo que votamos y para sorpresa estábamos empatados, decidimos reanudar con precaución y la aceptó sin ningún tipo de problemas afortunadamente.
Ese día la dejamos tranquila y al otro día en la mañana era otra paciente, la mejoría no tenía nombre, fenotipamos y lavamos 3 bolsas más y se las pusimos, cada día que pasaba estaba mejor, era como si nos la hubieran cambiado… De ser el caso más grave que tuvo el hospital en el año pasó a ser una paciente normal, el 23 de diciembre sobre las 10 de la noche me llama la Dra. Jani para decirme que la mujer tenía dinámica, a esa hora y con ese recado , estaba comiendo en familia con nuestros amigos: Israel Rojas Fiel, Carlos Lazo, Yoel Martínez, Pedro Jorge Velázquez y sus respectivas esposas y deje a Naila y salí para allá, en pocas horas y pasadas las 12 para cumplir con nacer el 24 de diciembre parió fisiológicamente sin perder casi ni 100 ml de sangre y preservando un estado general impecable.
PD: Jamás había visto tanto rigor científico en una discusión, recuerdo que nos tocó reunir la comisión de materna grave a todos los niveles desde el inicio, esta vez no pienso dejar de mencionar a los que de verdad no descansaron hasta hoy, en 1er lugar los Hematólogos Roig y Legna, la verdad que ambos me han impresionado, su juventud, su capacidad de discusión, de análisis y sobre todo de conocimiento, son los héroes en esta película, ellos junto a los compañeros del Instituto de Hematología encabezados por la Dra. Olga quien participó en nuestras discusiones, nos ayudaron a no precipitarnos en la toma de decisión… Los muchachos de la terapia, encabezados por el excelente y brillante profesor Dr. Uber, por el Dr. Enrique que no descansa ni cómo jefe de la terapia ni como intensivista, los muchachos del laboratorio de la terapia y laboratorio central, presentes siempre ante el llamado y con técnicas de calidad, mención especial para banco de sangre, los muchachos de Mario esforzados al máximo y dejo para el final a mi querido servicio, el Dr. Arroyo con una experiencia insuperable, un respeto y disciplina admirable, mis jefes de equipo de Guardia: Indira, Daylis, Loraine, Carmen Rosa y Claudia… Con ustedes que le ponen corazón a lo que hacen, con ustedes me muero yo…
De manera especial al equipo del PAMI del ministerio, y la provincia, estuvieron al tanto de todo en primera persona, el Dr. Danilo jamás falto a su cita con la paciente y la discusión, demostrando que la paciente es lo más importante…