El pasado 11 de diciembre el doctor Rafael Ernesto Cordoví González, subdirector a cargo de la actividad materno-infantil en el Hospital General “Dr. Enrique Cabrera Cossío”, publicó en sus redes sociales un texto que ha ocasionado miles de reacciones en dichas plataformas digitales. A su escrito le llamó “Los Arrebatados” y al parecer tendrá otras ediciones, pues sentenció este como, capítulo uno.

Ernesto Cordoví quién recientemente ha sido promovido para dirigir los procesos asistenciales incluyendo el grupo para la atención a la materna grave, le apasiona el trabajo en redes sociales. Es por eso que desde hace algunos años tiene un canal en youtube llamado “Guardianes de la salud” donde publica videos, entrevistas, historias y defiende ante todo a la salud pública cubana como joya de la Revolución.

Les invitamos a leer la crónica tomada textualmente de Facebook.

Salvar vidas resulta el gesto más noble del que puede sentirse orgulloso un ser humano, es la expresión de humanidad más sensata, “ama a tu prójimo como a ti mismo” dice la Biblia, la vocación por la medicina debe seguir siendo el motor que empuja nuestro sistema de salud, debe estar por encima de todo, tiene que ser lo que haga que los profesionales de nuestro sector salgan a dar la batalla todos los días por nuestro pueblo.

Foto: Facebook Ernesto Cordoví

Helen con apenas 22 años llegó a nuestro Hospital General Enrique Cabrera Cossío embarazada con 24 semanas y teniendo como antecedente una sospecha de trombopatía para sacarse una muela, al sacarse la muela sangró y hubo que ponerle una transfusión con plaquetas a lo que hizo una reacción grave que la llevó a la terapia intensiva, su evolución fue tórpida y no se le aseguraba su vida, varios días duros pasamos el equipo de la materna grave, sobretodo porque el resultado de un antecedente con iguales características había terminado en la muerte hace apenas unos meses. Estuvimos varias noches sin dormir evaluando cada hora para que esta joven no muriera, recuerdo la noche del sábado pasado, donde todo parecía perdido y decidimos buscar a la Dra Georgina y al Dr Danilo (Prestigiosos profesores y autores de varios libros) para discutirla y re discutirla y ellos sin ningún tapujo y a esa hora de la madrugada se personaron en el Hospital.

Foto: Facebook Ernesto Cordoví

Sus padres estaban desesperados, aún recuerdo como el papá me decía que era su única hembrita, “no la dejen morir” me decía, esas palabras retumbaban a cada instante en mis oídos, Naila en la casa tampoco podía dormir y la entiendo, había estado conmigo revisando cada detalle del caso y aportando ideas, los que en el Hospital estábamos no sentíamos cansancio quizás era la adrenalina de esa noche, después de varias horas discutiendo y escuchándonos tomamos conducta, el Dr Roig Hematológo (excelente profesional) estuvo de acuerdo.

Foto: Facebook Ernesto Cordoví

Ya eran las 4:00 am y nos decidimos a aplicar técnicas novedosas de hematología, exámenes que en el mundo costarían lo que ningún mortal pudiera pagar y dejamos evolucionar el caso. A las 6:00 am era muy temprano para ver mejoría pero estábamos todos, hemos aprendido que el seguimiento estricto y vigilancia permanente del equipo evita pasar por alto detalles que pudieran desencadenar nefastas consecuencias, dábamos parte siempre a los familiares, esos que confiaron y nos apoyaron en todo momento.

Sobre las 12:00 pm había ligera mejoría (algunos parámetros como la respiración y la frecuencia cardiaca empezaban a descender) por lo que el equipo bien cansado decidimos ir a la casa a bañarnos y comer algo para sobre las 6:00 pm volverla a re evaluar. A las 6:00 pm recuerdo al intensivista que me dijo en la puerta: Dr Ernesto la paciente es otra, en ese momento me asusté, pensé que había empeorado, al pasar al cubículo Helen me recibía con una sonrisa, me dijo en ese momento que tenía hambre que quería comer, fue como si mi alma volvía al cuerpo, no sabía si llorar o reírme, verdaderamente es algo que no se puede comparar con nada, solo sé que a partir de ese momento ésta embarazada comenzó a mejorar a tal punto que ya no está en la terapia y se encuentra pendiente a que le demos el alta en una de nuestras salas.

Foto: Facebook Ernesto Cordoví

PD: No quiero dejar de agradecer a la Dra Lazara que siempre está a mi lado, a todo el equipo de Intensivistas quienes tienen al frente al el Dr Enrique, el PAMI provincial, a toda la maternidad que siempre cumplió cabalmente con sus tareas, a los Hematólogos: el Dr Roig, la Dra Legna, la Dra Ester, el Dr Armando, la Dra Yamila y la Dra Odalis (estas dos últimas Inmunólogas del Instituto de Hematología) sin ellos sería imposible, a la Dra Georgina y al Dr Danilo por su perseverancia, a Viviana y Arroyo que no se cansan, a Edgar que el viernes a la 1 de la mañana cuando iba camino al Hospital se rompió el carro en 100 y 51, a esa hora lo llamé y fue a buscarnos en el suyo para llevarnos al Hospital a Viviana y a mí y no solo custodiar el carro sino arreglarlo, a mi hermano que me recogió ese viernes en la madrugada para retornar el equipo a la casa, a todos gracias, ustedes son el hombre nuevo que quería FIDEL…

 

Por Redaccion

Grupo de Comunicaciones | Dirección de Gestión Sanitaria | Dirección General de Salud Pública de La Habana. #LaHabanaEsSalud

Un comentario en «Crónicas de un médico cubano (Capítulo I)»
  1. UD y los restantes profesionales de la medicina cubana, los técnicos, personas de apoyo, que hoy nos acompañan , aún ante las adversidades, son mi orgullo, son mis héroes.Gracias por estar ahí !

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