El asombro los acompañó durante mucho tiempo. Primero, una tierra lejana, una cultura realmente sorprendente para quienes habitan al otro lado del mundo. “Un pueblo de pastores que viven en altísimas montañas”, como afirmó el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz el 17 de noviembre del 2005, en el Aula Magna de la Universidad de La Habana.
Más allá de su espectacular geografía, con carreteras zigzagueantes y lugares apartados, Pakistán cautivó el corazón del personal cubano de la salud, que durante ocho meses brindó ayuda solidaria luego del devastador terremoto que el 8 de octubre del 2005, en horas de la madrugada azotó sobre todo la región de la Cachemira, al norte del país y causó miles de muertos y heridos.
Los profesionales cubanos durmieron y trabajaron durante meses en casas de campaña y se sobrepusieron a las nevadas y bajas temperaturas, así como a las largas travesías por sitios recónditos y peligrosos. Pero quizás lo más desafiante fue lograr la confianza de los pobladores, personas humildes, que muchas jamás habían sido consultadas por un médico.
¡Y lo lograron con creces! Los repliegues de los hospitales de campaña no fueron simples despedidas. Cada regreso de los cubanos les arrancaba un pedacito de corazón a los nativos de aquellas zonas intrincadas. Nuestros colaboradores se ganaron con su labor y esfuerzo cotidianos el amor de los niños y del pueblo pakistaní.
Tal entrega solidaria se concretó gracias al empeño y al compromiso que hizo Fidel al presidente de esa nación centroasiática, a poco tiempo de haberse constituido el Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias Henry Reeve, y luego de que el Gobierno de los Estados Unidos desechara la valiosa ayuda que Cuba hubiera podido brindar después del paso del huracán Katrina sobre Nueva Orleans.
Sin duda, Pakistán marcó un hito en la historia de la colaboración médica. No solo por la magnitud que alcanzó —más de 3 mil colaboradores trabajaron en 32 hospitales de campaña—, sino porque fue diseñada e instrumentada por el Líder Histórico de la Revolución cubana y dejó una huella imborrable en ese pueblo.
Las características de ese territorio, propenso a terremotos, hacían en extremo difíciles y peligrosas las condiciones de trabajo.
A 60 años de esta cooperación puede decirse que el quehacer de las brigadas médicas en el exterior forma parte de la propia historia de la Revolución. Según el doctor Michael Cabrera Laza, director de la Unidad Central de Cooperación Médica (UCCM), en estos años más de 605 mil colaboradores han representado a Cuba en 165 países de todos los continentes, incluidas naciones desarrolladas. En la actualidad 57 brigadas médicas —con 22 632 colaboradores— ofrecen su aporte solidario en el mundo.
Ante la falsa creencia de que nuestros colaboradores son esclavos y explotados Michael subrayó: “Nos cuesta trabajo escuchar tales criterios, porque hemos sido parte de ese ejército de batas blancas. La mejor respuesta son los más de 2 mil millones de pacientes atendidos durante estas seis décadas, y cada uno de ellos tiene una imagen humanista de los médicos cubanos.
“El objetivo es desacreditar la obra, de salvar vidas y ayudar a otros países con la cooperación médica. Es una labor altruista, pues nuestros profesionales acuden a donde no van otros. Y en este camino seguiremos porque contamos con el cariño, el respeto y la admiración de los pueblos que ayudamos”.
El director de la UCCM comentó que en algunos casos por esta cooperación se reciben ingresos. “Todo el que sale mediante un convenio firmado sabe que una parte de su aporte llega a su propio bolsillo. La otra ingresa al país con el propósito de invertirlo en el sistema nacional de salud para el bienestar del pueblo”.
Hoy Cuba está presente en naciones que no tienen posibilidades económicas, con una ayuda totalmente gratuita, como Haití, República Saharaui y Guinea-Conakri. Aseguró que esta colaboración internacional no afecta la atención de nuestra población, sino todo lo contrario.
“Nuestros trabajadores del sector cada vez que cumplen una misión internacionalista regresan mejor formados. Ser parte de estas brigadas médicas es un orgullo. ¡Eso lo supera todo, cualquier mentira o campaña distorsionada!”, enfatizó.
Momentos trascendentes
- Argelia, 23 de mayo de 1963: Por iniciativa del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz partió la primera brigada médica hacia esta nación africana, bajo la dirección de José Ramón Machado Ventura. Ello tuvo un antecedente con el envío a Chile de un grupo de profesionales e insumos para auxiliar al país tras un terremoto en el año 1960.
- Durante decenios se mantuvo la presencia de nuestro personal de la salud en países donde Cuba desarrolló misiones internacionalistas.
- En 1998 nace el Programa Integral de Salud a raíz del paso de los huracanes George y Mitch por Centroamérica y el Caribe. Honduras y Guatemala fueron los primeros. Luego el programa se extendió a otras naciones de la región y del continente africano.
- En abril del año 2003 surge en Venezuela el Programa Barrio Adentro, el cual se mantiene. En una primera fase comenzó con la atención primaria, y con posterioridad se le incorporaron los centros de diagnóstico integral (CDI), las salas de rehabilitación integral y los centros de alta tecnología. Más de 158 mil profesionales, técnicos y personal de la salud han prestado sus servicios. Para muchos de ellos constituyó una primera misión.
- En julio del 2004 nació la Operación Milagro por iniciativa del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías. El inicio estuvo marcado con la llegada a Cuba de los primeros venezolanos con padecimientos de cataratas y pterigión.
- El 19 de septiembre del 2005 se crea el Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias Henry Reeve, presente en significativas acciones como parte de la colaboración médica cubana. A principios de octubre de ese año una primera brigada de este contingente arribó a Guatemala. Pocos días después el personal cubano de la salud lo hacía en Pakistán.
- Presencia del Contingente Henry Reeve en Haití al paso del terremoto que afectó esta nación en el 2010, y en ese mismo año en el combate contra el cólera. Atención médica y ayuda internacional asumida casi en su totalidad por las brigadas médicas cubanas hasta la solución de esas emergencias.
- En el 2014 aparece la epidemia del ébola en Sierra Leona, Guinea-Conakri y Liberia. Cuba fue el único país que prestó ayuda en composición de brigadas permanentes, aunque estuvo presente la OMS y otras naciones, pero por breve tiempo. Sobre la base de nuestra experiencia se logró concentrar la enfermedad en esos tres países sin que se extendiera a más regiones.
- Una vez decretada la pandemia de la COVID-19 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 15 de marzo salieron los primeros colaboradores (asesores fundamentalmente) hacia Venezuela para compartir las pocas experiencias que se tenían en esos instantes.
- Cuba trazó su estrategia de colaboración médica internacional y desde ese momento partió otra brigada a Lombardía, Italia, donde estaba el epicentro de la enfermedad.
- A inicios del 2022 se completa la brigada 58 en 42 naciones para combatir la pandemia, que también marcó la historia de la cooperación médica internacional que Cuba ha ofrecido al mundo.
- Turquía, febrero del presente año: En menos de 48 horas se conformó una brigada con 32 colaboradores con el fin de contribuir a salvar vidas y ayudar a la recuperación de las víctimas del devastador sismo que afectó a su población y la de Siria.
(Tomado de Trabajadores)